lunes, 16 de agosto de 2021

Rodney Crowell "Triage"



El tomar consciencia de nuestra inevitable mortalidad es algo que lleva atormentando al ser humano desde tiempos inmemoriales. Sobre todo cuando nos vamos acercando a edades en las que la despedida está más cercana. Y en el caso de artistas y músicos, el temor, la incertidumbre y las preguntas que nos sobrevienen al llegar al final del trayecto ha sido y será fuente inagotable de inspiración para obras de profundo calado. Ahí tenemos excelsos ejemplos como el Southern Blood de Gregg Allman, The Wind de Warren Zevon o las American Recordings de Johnny Cash. Y ahora le toca el turno al que fuera yerno del "Man In Black".


A muchos no os sonará el nombre, pero desde que se mudó de su Houston natal a Nashville en 1972, su firma ha ido asociada a los grandes nombres de tan venerada escena, hasta llegar al punto de formar parte de dicha realeza. Amigo íntimo de Emmilou Harris (en cuya banda de acompañamiento militó durante una temporada) y de Gene Clark, marido de Rosanne Cash, pero sobre todo un prolífico y galardonado "songwriter", tanto en solitario como componiendo para otros artistas. Y tras casi 50 años de carrera, Rodney nos entrega una emotiva colección de historias regadas por el sombrío poso que estos tiempos extraños han dejado en nuestros cerebros y corazones. Todo ello aderezado con esa larga sombra que a todos nos persigue y que también parece hacer mella en la prosa del tejano. Como se puede comprobar en la conclusiva y reconfortante "This Body Isn't All There is to Who I Am". El anhelo por la redención en el espectacular y enérgico inicio con "Don't Leave Me Now". La oscuridad bucólica de las diferentes formas de amar que enfrentan al tema homónimo y "I'm All About Love". O el triste devenir de esa "Girl on the Street", y que junto al beligerante inconformismo de "Something Has To Change" conforman un equilibrado envite entre vida y muerte con un ganador seguro.

Aquel que decida bajarse de la espiral a la que el mundo moderno nos empuja y dedique cuarenta minutos a degustar, atenta y relajadamente, este reconstituyente tónico llamado Triage tiene satisfacción garantizada.

Borja VERA FERNÁNDEZ



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