Un cuarto de siglo desde que Jay Farrar formó Son Volt tras la desunión de la banda seminal Uncle Tupelo. Siendo Wilco la otra banda nacida entonces, Farrar era el elegido. Hoy día, huelga decir que no escogió el "grifo" de la fortuna. Desde entonces, en cambio, ha ido creando una base sólida e inastillable, cimentando una inaudita capacidad para crear buena música. Tal es la sensación que producen, que la tercera década de la banda emerge como la era más satisfactoria y consistentemente llamativa. Así, regalan Electro Melodier.
El título, nombres de dos viejos amplificadores, emplaza al oyente a entrar en un disco de folk, country y rock clásico exquisitamente equilibrado. Desde "Reverie", las melodías colman el marco que Farrar necesita para abrir la ventana y cantar en un álbum que rebosa certeza artística. Llegan temas más implicados social y políticamente, siempre desde una óptica positiva como en "The Globe" y la clarificadora "Living in the USA. Incluso cuando Son Volt suenan deprimidos en "War On Misery", el sentir es que se emerge de un blues pantanoso con energías recargadas.
Un disco que suena dulce y dinámico, no hay nada forzado o falto de sinceridad.
Borja ALONSO ROMAY
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