Han pasado más de 30 años desde que James McMurtry, hijo del célebre novelista Larry McMurtry, publicó su primer disco, Too Long in the Wasteland, y 6 desde su último trabajo, con lo que este The Horses and the Hounds era recibido con gran expectación.
Diez nuevas composiciones que nos vuelven a mostrar la facilidad de McMurtry para contar historias que nos transportan a los lugares comunes del imaginario americano como si fuera diez relatos breves de realismo sucio. Bajo el paraguas de uno de los sellos más prestigiosos como es New West y de la mano de su antiguo productor Ross Hogarth el disco va presentando canciones como la inicial "Canola Fields", un tema country con aroma southern rock que sirve como punto de partida. Destacan composiciones como el medio tiempo "Jackie"; "Decent Man", canción que sirve para mantener en el recuerdo a un amigo que ya no está; el homenaje que McMurtry le dedica al guionista Bill Wittliff, con versos en castellano incluidos, en "Vaquero". Y si bien su antecesor destaca por ser un disco más reposado, donde lo que más destaca era la facilidad de McMurtry para conjugar pasajes acústicos y gran presencia de instrumentos como el banjo con sus letras tan características, en esta nueva entrega recupera el nervio de otro tiempo, dando a los fans del rock de raíces un disco donde predominan composiciones con mayor pegada como la canción que da título al álbum. La animada “What´s the Matter” sirve de preludio perfecto para el cierre del disco, honor que le corresponde a la emotiva “Blackberry Winter”.
La espera ha merecido la pena y The Horses and the Hounds nos devuelve a un magnífico artista con un soberbio álbum y que sitúan a James McMurtry como uno de los artistas de rock americano con más solera y una trayectoria casi sin altibajos. Solo queda esperar que no tarde otros seis en pasar por el estudio.
Quique SÁNCHEZ ZAPATERO
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