The Damn Truth - El paso adelante definitivo

Desde el primer momento que te topas con un grupo al que definen como unos Led Zeppelin con Janis Joplin a las voces, ya das por hecho que nos encontramos ante otra banda revival setentera con vocalista femenina al frente que tan de moda están estos últimos años. Sin embargo, en cuanto pones a girar el álbum comienzas a observar que el sonido no es exactamente el mismo que el que practican otras formaciones como Blues Pills, Pristine o Heavy Feather. Por supuesto, las raíces son esas, mucho hard-blues 60/70's y alma hippie, pero todo ha sido pasado por un tamiz noventero que le infiere la energía y distorsión de la escena alternativa y el grunge de dicha década, diferenciándolos del resto de contemporáneos y ofreciendo un sonido mucho más modernizado y lleno de fuerza.

Tenían todos los ingredientes para triunfar: dos buenos discos (Dear in the Headlights de 2012 y Devilish Folk de 2016) que pasaron sin pena ni gloria, una frontwoman con una voz prodigiosa que se presentaba ante todo el planeta con la versión del "Love is Blindness" de U2 en el anuncio de Yves Saint Laurent, continuas giras por todo el mundo compartiendo cartel con lo más granado del panorama actual... Pero les faltaba algo más, el último empujón para dar el salto definitivo al gran público: las canciones. Hasta ahora...

Ellos mismos sabían que debían dar ya ese paso, no podían esperar más tiempo a que pasara el tren. Y la solución la buscaron en alguien que ha sido mil veces criticado, pero que indudablemente ha producido éxitos mayúsculos en la historia del rock, Bob Rock. El productor canadiense, compatriota de los propios The Damn Truth, llevó a un éxito masivo a grupos como Metallica o Mötley Crüe, dotándolos de un sonido mucho más comercial que no agradó excesivamente a los antiguos fans de las bandas en cuestión. La apuesta era clara, era ahora o nunca. Y escuchando este Now or Nowhere podemos garantizar que la jugada les ha salido redonda.

"This is Who We Are Now". Más claro, agua. El single de adelanto y que sirve como tema de apertura del trabajo es una verdadera declaración de intenciones. Redoble de tambores, primer grito de Lee-la Baum y explosión definitiva. Un puñetazo directo al mentón que te deja noqueado. Un incontestable hit con un estribillo infalible para corear puño en alto que evidencia lo que son ahora, guitarras afiladas a cargo de un brillante Tom Shemer, un solo espectacular en una parte central que baja en revoluciones y un crescendo final para acabar por todo lo alto. La canción que buscaban la han conseguido. Lo que no se espera uno es que lo que viene durante la siguiente media hora no solo mantiene el nivel, sino que por momentos incluso lo mejora.

Tal es así, que justo a continuación nos encontramos con la que es la auténtica joya del álbum, "Tomorrow". Un riff al más puro estilo Guns n' Roses (la guitarra de Tom recuerda en muchos momentos durante todo el disco a Slash) que deriva en una exhibición absoluta de la cantante canadiense. Ecos a esos años finales de la década de los sesenta, recordando por momentos a Grace Slick, pero con una fuerza y energía apabullantes. Como si constituyeran una continuación mucho más acertada de Jefferson Airplane de lo que fue Starship. Una canción adictiva, que no da respiro y que supone uno de los mejores temas en lo que llevamos de año, sino el mejor.

El punto de comercialidad de Bob se nota especialmente en el siguiente corte. "Only Love", originalmente una composición melancólica, tiene todos los ingredientes para haber arrasado los charts en otra época. Como si de unos Roxette hasta arriba de esteroides se trataran, conjugan melodías pop y un estribillo pegadizo con guitarrazos electrizantes y un espíritu rockero.

Tras este fulgurante comienzo, el disco reposa con canciones más pausadas y que demuestran que la banda se mueve bien en todo tipo de sonoridades. "Lonely" tiene un corte mucho más bluesero y oscuro, mientras que en "Everything Fades" nos enseñan su faceta más acústica. "The Fire", por su parte, juega con un hard-blues de ritmo pesado y machacón, dejando patente la solidez de la pareja formada por PY Letellier (bajo) y Dave Traina (batería). Pero si algo destaca por encima de todo es la portentosa voz de una Lee-la que se desenvuelve perfectamente en toda clase de registros y da un auténtico clinic a lo largo de todo el trabajo.

Otro de los puntos álgidos llega de la mano de "Look Innocent", con una estructura que va jugando con la sensibilidad y la contundencia mientras habla de tortuosas relaciones amorosas. Tema de una belleza extrema, con pasajes cautivadores y, de nuevo, con un estribillo coreable y con gancho que en directo está destinado a volver loco a una audiencia fundida en abrazos.

"Full on You", con esa cadencia zeppeliana y repleta de melodías alegres, sirve de antesala al "Shot' Em" con el que se cierra el trabajo. Un corte más psicodélico y evocador que pone el broche de oro a un álbum exquisito de principio a fin al que no le sobra (ni falta) un solo segundo y que cuenta con un puñado de canciones que representan lo mejor del género en años.

La apuesta por una producción más nítida y con marcado gancho comercial les ha salido a la perfección. Y es que además lo han hecho sin perder ninguna de las señas de identidad de la banda: letras vigorosas y llenas de optimismo que muestran su espíritu y esencia hippie, guitarras llenas de fuerza y distorsión, una base rítmica demoledora y la voz de una Lee-la que mezcla melodías preciosas que te atrapan con aullidos que te ponen los pelos de punta. Han logrado lo que buscaban (y necesitaban), ahora habrá que ver si pueden derribar la puerta que les lleve al éxito. Desde luego se lo han ganado con creces.

Javi GARAYO