domingo, 12 de septiembre de 2021

The Who - 50 años de "Who's Next"



En Who´s Next es todo icónico. Todo es trascendente e influyente. Desde el sonido de la guitarra de Pete Townshend hasta la portada, pasando por las líneas de bajo de John Entwistle, la alocada y anárquica batería del inolvidable Keith Moon, la aparición juguetona de sintetizadores en muchos de sus temas y el brillante estado de forma de Roger Daltrey.

En diferentes partes del disco consiguen trasladar la imparable fuerza de su anterior disco, el irrepetible Live at Leeds y mejoran la labor compositiva, ya excelente, de The Who Sell Out, por citar el anterior disco estándar.

Pero más allá de detalles y referencias históricas del momento de la grabación (Lifehouse); de dónde venían y qué hicieron posteriormente; y de innovaciones introducidas en su sonido como banda, están las canciones. Porque himnos imperecederos aparte, todas las canciones, sin excepción, son excelentes. En pocos discos de la historia del rock se da esta circunstancia. "Bargain" representa el sonido clásico de la banda, fuerza contenida, riffs medidos y cambios de ritmo que sólo Moon sabe ejecutar. "Love Ain´t for Keeping" tiene uno de los inicios más brillantes y bellos que existen, con una suavidad acústica que va recorriendo toda la canción. The Ox cantando "My Wife", único tema que no firma Pete Townshend y por el que matarían muchas bandas, rezuma agria ironía.


"The Song Is Over", es grandilocuente, cíclica y es una hermosa pieza de prog. En "Getting in Tune" destaca especialmente Daltrey con su voz poderosa, llenando todos los rincones del tema. "Going Mobile", acústica y optimista, alegre y vital, tiene una melodía extremadamente pegadiza que te invita a cantar mientras conduces. Y "Behind Blue Eyes" es una de las canciones más bellas escritas en estos últimos 50 años (Fred Durst, espero que ardas en el más profundo de los infiernos).

Dejamos para el final los dos estandartes del disco, las canciones más conocidas por su tremenda dimensión, que ejercen de apertura y cierre del disco. "Baba O'Riley" es épica y majestuosa, rara en su propuesta, estructura y letra, fruto de la extraña pero prodigiosa mente de Pete. Un tema que incluye una estrofa que dice Out here in the fields, I fight for my meals, I get my back into my living, I don't need to fight to prove I'm right, I don't need to be forgiven” difícilmente no va a ser recordada como un icono.

No menos trascendente es la política "We Won´t Get Fooled Again". Los riffs de Townshend han sido imitados en innumerables ocasiones, pero no se queda atrás la impresionante base rítmica de la banda ni el derroche de facultades que desarrolla Roger en este tema. The Who juegan en este tema con el hard rock y, como siempre, salen victoriosos de la apuesta.

En fin, han pasado 50 años desde su edición y el disco se mantiene igual de brillante, vigente y fresco que el primer día. Supongo que así son las obras maestras.

Javier ÁLVAREZ GARCÉS
 

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