Robert Jon & the Wreck están de vuelta. Y eso ya de por sí debería ser una noticia de la que se hicieran eco todas las publicaciones musicales y todos los fans del southern rock. Y es que después de diez años de trayectoria, sacando un buen puñado de discos, Shine a Light on Me Brother puede que sea su cima creativa. Alejándose cada vez más de la comparativa con grandes popes del género como los mismísimos Allman, la banda del barbudo Robert Jon ha ampliado de manera coherente la paleta de estilos y en estas diez nuevas composiciones se mezclan, pero no se agitan, desde canciones con deje soul o gospel como en los coros y vientos, o quizá sean metales, que adornan la canción que da título al disco. Pero también hay tiempo para composiciones más canónicas, si se quieren llamar así, como "Everyday" con ese saber a los Black Crowes más clásicos, "Ain’t No Young Love Song", "Brother" o "Radio". Mención especial para "Anna Maria", donde bajan revoluciones y ofrecen la que quizá sea la mejor canción del disco. Y viendo el nivel de este Shine a Light on Me Brother eso es mucho decir.
Vale, Robert Jon & The Wreck no inventan nada, y puede que ni siquiera sea ese su objetivo, pero han conseguido grabar su mejor disco y si después de dos intentos fallidos, el próximo verano se pueden corear birra en mano estas canciones en una sala, creo que sus seguidores no van a pedir mucho mucho más.
Quique SÁNCHEZ ZAPATERO
No hay comentarios:
Publicar un comentario