Marc Bolan nació siendo una estrella, era especial. Su personalidad y su estética fueron desde muy pronto diferentes a las del resto de la gente que le rodeaba. Ataviado con las diferentes telas con las que trabajaba su padre, sastre de profesión, y con su primera guitarra, conseguida a los nueve años, el niño empezó a despuntar. "I was dancing when I was out" dice en "Cosmic Dancer", segundo tema incluido en Electric Warrior, sexto álbum de su carrera y segundo bajo la denominación T.Rex -después de acortar Tyrannosaurus Rex, anterior nombre de la banda-. Electric Warrior fue publicado el 24 de septiembre de 1971, con Mickey Finn, Steve Currie y Bill Legend en la formación, solo una semana antes de que Bolan cumpliera 24 años.
La grabación del disco se llevó a cabo entre las ciudades de Londres, Los Ángeles y Nueva York bajo la supervisión del productor estadounidense Tony Visconti, con el que la banda también trabajaría al año siguiente en el extraordinario The Slider. Tras el lanzamiento de Electric Warrior, T.Rex alcanzan el estrellato absoluto y consiguen ser número 1 en ventas en Reino Unido, llenan estadios, tocan el cielo, ¡había nacido el glam rock!; poderosos riffs con melodías pegadizas y bailables en medio de una ambigüedad sexual adornada con plumas y purpurina, calzando botas de plataforma. Visconti había dado forma a las inquietudes que Marc Bolan venía mostrando en la búsqueda de nuevos territorios musicales, consiguiendo un disco perfecto, icónico e imperecedero.
El adelanto del disco fue "Get It On", editado el 2 de julio de 1971. Un éxito instantáneo con el que por fin Bolan consigue entrar en las listas de ventas de Estados Unidos, contando -según explicaba él mismo- con la inspiración del "Little Queenie" de Chuck Berry y una letra de marcado contenido sexual. Porque la idea declarada de Bolan era crear una canción que sirviera para algo más que bailar.
La influencia de Electric Warrior durante la década de los setenta fue apabullante, desde The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars de David Bowie en 1972, donde el propio autor le dedica un tema a Bolan, "Lady Stardust", hasta nuestro adorado musical de culto The Rocky Horror Show de Richard O’Brien en 1973. Un álbum que llegó para marcar una época en la música popular y a toda una generación de jóvenes con ganas de experimentar y de pasárselo bien. Una obra excepcional que convirtió a Marc Bolan en un icono. Y es que quizá estemos hablando del disco más sexy de la historia del rock.
Javier CANDEL
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