viernes, 11 de febrero de 2022

The Flamingos Bite - Cuando lo mejor está en casa


Como si de una mordida de un flamenco se tratara, y cuando ya pocos dábamos un duro por que un disco de americana y power pop nos volviera a tocar la fibra, el segundo trabajo de The Flamingos Bite nos ha dejado marca. Teniendo en cuenta que hablamos de una formación madrileña, la sorpresa se convierte en satisfacción y demuestra que, en ocasiones, lo mejor lo tenemos en casa.




Después de dejarnos la garganta en primera fila durante su concierto del pasado 29 de enero en la sala Moby Dick madrileña, nos acercamos a hacia David Aldave (cantante y guitarrista de la banda) para mostrarle nuestro entusiasmo. No hizo falta, él ya se había dado cuenta desde el escenario. Allí, entre cerveza y cerveza y con la misma ilusión y empuje con los que defiende sus propias canciones, nos respondió amablemente a las preguntas que nos hacíamos acerca de uno de los discos que más nos ha marcado en este inicio de año.


¿Cómo nace The Flamingos Bite y qué lleva a cuatro amigos a meterse en un local de ensayo para formar una banda de americana con voces en inglés en este país?

La banda se crea a finales de 2011, Charlie (Carlos Gómez) y yo nos reencontramos y decidimos empezar esta andadura. Al principio, él y yo solos, componiendo y poniendo los primeros mimbres. A los meses, ya en 2012, conseguimos completar la primera formación.


Se cumplen ya seis años desde que vuestro debut, Mountains, viera la luz. Aun con la publicación del EP de 2018, parece que ha pasado demasiado tiempo para poder ver una continuación. ¿A qué se debe este lapso de tiempo? ¿Ha afectado la pandemia a la hora de tomar esta decisión?

Después del primer trabajo nos dimos cuenta de que hacer un “largo” requería mucho tiempo, así que empezamos a idear el sacar EPs y singles para continuar vivos. Luego llegó la pandemia y puso patas arriba todo. Lo que al principio iban a ser dos EPs, se tradujo en nuestro segundo LP. Si soy sincero, a mí me gustan más los álbumes completos, así que estoy encantado con este desenlace.


Big Little Town es un disco muy diferente a Mountains. Las canciones han adquirido mucha más fuerza y gancho y florecen melodías power pop. ¿Han cambiado vuestras preferencias musicales o es una mera evolución lógica de vuestro sonido? ¿Qué diferencias ha habido en el proceso de grabación de ambos discos?

Realmente no han cambiado las referencias. Lo que sí ha cambiado es que en el primer disco la composición fue a partir de dos guitarras y dos voces, de ahí que fuera mucho más intimista. En este último, ya con la banda formada y engrasada, la composición se realizó en el local con todos los músicos, por eso suena mucho más enérgico y directo.


¿Cuáles son vuestras influencias musicales y cuáles de ellas creéis que son las más visibles en vuestros discos?

Tenemos muchas influencias: americana, power pop, blues, jazz, soul…, aunque las más visibles creo que son las dos primeras.



¿Sobre qué tratan vuestras letras?

Nos gustaba la idea de crear una conexión, un vínculo entre ambos discos. Se nos ocurrió la idea de que tras bajar de una montaña (Mountains) nos encontráramos de nuevo con la civilización. Y eso es de lo que hablan estas canciones, como si fuera un disco conceptual que narra las diferentes y variopintas historias de los vecinos de una pequeña gran ciudad (Big Little Town). Desde aquel hombre que lucha contra sus demonios hasta las disparatadas aventuras de una mujer completamente chiflada.

Así, los nombres de Cindy, Alice, Carlos o Lucy que se escuchan a lo largo del trabajo son la representación de esos habitantes de esta ciudad ficticia.


En el EP Two Kids Getting High ya habíais contado con la colaboración de Nina De Juan (Morgan) en el tema “Older”. En esta ocasión repetís la fórmula, por un lado, con los levantinos Junior Mackenzie, y por otro, que es el que más llama la atención, con Ken Stringfellow (The Posies). ¿Cómo surge dicha colaboración con el artista americano y cómo ha sido el proceso de grabación con las limitaciones de movimiento que tenemos desde hace 2 años?

La colaboración surge de Maite Moreno (agencia de comunicación Janet the Planet), quien nos dijo que sería interesante hacer alguna colaboración para este disco. El nombre de Ken salió, y tanto Charlie como yo que somos muy fans de The Posies no nos pudimos resistir. Se pusieron en contacto con él, escuchó la canción ¡y dijo que sí!

Es un sueño cumplido. Le mandamos una buena canción y él la subió a la estratosfera. Lástima que no pudiéramos coincidir en el estudio por la puñetera pandemia.



Si surgiera la oportunidad, ¿qué colaboración os haría especial ilusión?

Nos encantaría trabajar con cualquiera de los dos genios fundadores de The Jayhawks, ya fuera con Gary Louris o con Mark Olson. Y bueno, ya puestos a soñar, pues con Paul McCartney (risas).


¿Qué planes tenéis para el futuro? ¿Tenéis planeada gira para presentar el disco u os vais a centrar en la grabación de nuevo material en estudio?

De momento, la intención es hacer gira para presentar el disco, pero si no es posible, tendremos que empezar a montar canciones con la idea de sacar una nueva entrega. Los músicos estamos ya muy al límite, estos dos años han sido durísimos. Confiamos en que, con la vacunación ya completa, el futuro sea un poco más halagüeño y nos permita girar.


Con todas estas dificultades, vosotros mismos decidisteis montar un festival (Madrid Sonora Festival) para poder presentar oficialmente en directo Big Little Town. ¿Cómo valoráis la acogida por parte del público? ¿Tenéis en mente que el festival tenga continuidad?

La acogida fue sensacional, se respiraba la vieja normalidad (risas). Durante cuatro horas vimos a la gente disfrutar, bailar y durante esos instantes pareció que nada había ocurrido y que nada había cambiado. Espero que ese espíritu se pueda prolongar en el tiempo.

Ha habido mucho trabajo detrás de todo esto y no ha resultado nada sencillo sacarlo adelante, pero el resultado ha sido más que satisfactorio y todas las bandas participantes han quedado encantadas. Así que sí, sin duda, haremos una segunda edición. De hecho, ya estamos trabajando en ella.


Sobre el tema del idioma, llama la atención que los cuatro grupos del cartel fueran nacionales y cantaran todos ellos en inglés. ¿Ha sido esto algo premeditado?

Totalmente. Hay cierto estigma con respecto a las bandas nacionales que eligen el inglés para expresarse. Así que habrá que montar infraestructuras para que tengan mayor visibilidad, y el Madrid Sonora Festival es un primer paso.


¿Grupo, disco y concierto favorito?

The Beatles, Tomorrow the Green Grass (The Jayhawks) y The Cult (Sala Universal Sur, Leganés) en 1994.


Cerveza artesana, ¿sí o no?

Botellines de Mahou bien fríos (risas).

Entrevista: Javi GARAYO


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